domingo, 9 de diciembre de 2012

No puedes ser adorador sin antes ser hijo


La palabra adorar sale más de 100 veces en la Biblia. Aparece por primera vez en Génesis 18 con el término hebreo shakjá que significa postrarse –que puede ser en homenaje a alguien o a Dios- como un acto físico de adorar. Se refiere a reconocer la autoridad de alguien y darle honra a través de la reverencia.

En el Antiguo Testamento aparece este término shakjá como señal de reverencia al Eterno (Gén 22:5, 24:26; Éx 4:31, 24:1; Deut 26:10; 1 Sam 1:3, 1:19, 1:28; 2 Rey 18:22; Jer 7:2); para expresar respeto a un enviado del cielo (Gen 18:2, 19:1; Núm 22:31); y como respeto a la autoridad, entre otros (Por ejemplo en Gén 27:29; Éx 11:8; 1 Sam 24:8; Isa 45:14; Rut 2:10). En todos ellos se utiliza el mismo término shakjá. Aparece por última vez casi al finalizar el Antiguo Testamento, en el libro de Zacarías (14:17).

En el Nuevo Testamento, el término referido a adorar cambia a proskunéo y la primera vez que aparece es en Mateo 2:2 «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo».
Proskunéo significa besar, así como el perro lame la mano del amo; abanicar o agazaparse a, (literalmente o figurativamente) postrarse en homenaje (hacer reverencia a, adorar). Ya no es sólo el acto físico –como lo era con shakjá- de hacer reverencia sino que es una actitud que nace desde el interior con el objetivo de demostrar el amor, respeto, sumisión, devoción, admiración, reverencia entregando la honra a quien la merece. Es un cambio de actitud.

Es Jesús quien provoca el cambio para adorar al Padre. Su nacimiento como primogénito y único Hijo de Dios es la puerta que transforma el adorar en algo más que una expresión externa, Él abre la dimensión que nos permite acceder al Padre de una forma diferente.
Su vida es un ejemplo vivo de adoración: santidad, obediencia y amor.

El que nosotros seamos hijos de Dios es una condición heredada por amor, sin buscarla ni merecerla, y que nos fue entregada al momento de recibir a Cristo en nuestro corazón. Jua 1:12 Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Pero, para que nuestra identidad sea renovada en ser hijos, debemos recibir el espíritu de adopción del Padre, que nos saca de la esclavitud y nos posiciona en Él.

Rom 8:14 Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Rom 8:15 Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos.* Ahora lo llamamos «Abba, Padre»*.
Rom 8:16 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios.

Y como consecuencia de ello, al unirnos a Jesús debemos ser cómo Él y adorar al Padre siguiendo su ejemplo.
Cuando se habla de ser adorador muchos piensan que se trata sólo de manifestar la pasión que sentimos por Dios a través del arte o de algo ‘concreto’, pero un adorador está definido por el carácter de Cristo formado en él evidenciado en su obediencia a la voz del Padre, en un corazón humilde, lleno de amor y moldeable, y en un espíritu unido al Espíritu Santo de Dios, donde sean uno sólo.

Ser adorador es un desafío, es un estilo de vida que dura 24 horas al día, 7 días a la semana y todos los días del año. Ser adorador es quien se dispone a morir en la cruz a diario, quien se posiciona como plataforma para que otros accedan al Padre.

La condición de ser hijos, va ligada a ser adorador. Si bien se nos heredó el ser hijos, para ser un adorador es necesario invertir tiempo en Él: conocerle, amarle, impregnarse de su esencia. Adorador es un título que se conquista. Es una posición que se gana y se lucha por mantener. Todos podemos ser hijos, más no todos adoradores.

Jua 4:23 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado —cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera.



jueves, 13 de septiembre de 2012

Trabajo en equipo


¿Por qué será que cuando logramos tener una labor o un rol dentro de la iglesia o del Reino –quizás sin buscarlo-  lo sentimos tan nuestro? Y cuando nos sentimos amenazados en algún grado con ‘perder’ ese lugar o posición, ¿actuamos como en defensa de Él? ¿Qué es lo que en nosotros provoca que seamos realmente incapaces de mirar por el Reino y no por nosotros mismos?

1Co 3:6 Yo planté la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer.
1Co 3:7 No importa quién planta o quién riega, lo importante es que Dios hace crecer la semilla.
1Co 3:8 El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo. (NTV)


Sin duda me he enfrentado a esto un sinfín de veces: de forma personal o lo he escuchado de otros. Y no sucedió hasta HOY que me di cuenta de que no necesariamente por iniciar algo dentro del Reino, implica que nosotros seamos los encargados de terminar la misión. Es más, se supone que entendemos (y es algo que hemos escuchado un montón de otras veces) que nuestro propósito es hacer más que nuestras generaciones pasadas y darle una plataforma a la siguiente generación para que pueda ir efectivamente de nuestros lomos hacia arriba y ser/hacer más que nosotros. Pero… ¿qué sucede cuando en ‘nuestra’ posición somos incomodados y debemos ceder el lugar? Y no hablo de darle lugar a las tinieblas (obvio), sino de cuando Dios te saca de tu comodidad para llevarte a otro nivel; te saca de tu actualidad para probarte y así llevarte Él mismo a la siguiente puerta que deberás atravesar. ¡Cuánto nos cuesta menguar! Nos creemos tan capaces y dueños de nuestro espacio que se nos olvida que todo es por Él y para Él. El apóstol Pablo les explica en una de sus cartas a los Corintios que les habla de cierta forma, porque producto de su inmadurez no puede referirse a ellos con palabras mayores:

1Co 3:1  Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros, apenas niños en Cristo. (NVI)

Y si lo comparamos con nuestra realidad, no difiere mucho de ella. ¿No es acaso la familia el fundamento de Cristo para la Iglesia? Entonces, si realmente conociéramos el poder y la importancia que esto tiene, simplemente no dudaríamos en trabajar unos con otros apoyándonos y velando por el cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas, las de nuestros hermanos, nuestra nación. Hemos manejado las diversas situaciones tal como lo expone Pablo en esta carta: como niños que patalean y pelean por un juguete hasta que lo sienten completamente suyo, y si por algún motivo llega otro a ocuparlo, arman peleas y conflictos; y lo mismo ocurre con el amor de los padres: siempre existirá quien busque llamar más su atención o agradarles y a su vez, existirá otro que siempre se sienta menos querido o tomado en consideración.

Dentro de muchos de nosotros está la visión y el deseo de que nuestras familias y naciones completas se rindan a los pies de Cristo. Y cuando más vemos la realidad de la iglesia, más nos damos cuenta que mucho falta para lograr la unidad en grupos pequeños, ¡y mayor aún en los grandes! Nos olvidamos fácilmente que quien comienza la buena obra en nosotros, y la termina; quien tiene todo bajo control porque Su voluntad es buena agradable y perfecta; y quien nos llama para ser cooperadores de Él es quien da el crecimiento. No depende de nosotros, sino de Él.

1Co 3:9 Pues ambos somos trabajadores de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
1Co 3:10 Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos como un experto en construcción. Ahora otros edifican encima. Pero cualquiera que edifique sobre este fundamento tiene que tener mucho cuidado.
1Co 3:11 Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo.



1Co 3:16 ¿No se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en* ustedes? (NTV)

martes, 4 de septiembre de 2012

Alineados al Espíritu de Dios: 3. La obediencia es mejor que los sacrificios

Una de las cosas más hermosas en esta vida es cuando nos damos cuenta de que Dios está pendiente de nosotros: nos ve, nos escucha, nos habla. El que su voz se dirija a nosotros sin duda es una experiencia inolvidable. Pero, nuestras expectativas pueden ser muy diferentes a lo que recibimos en realidad: ¿Y si lo que nos dice es algo en lo que le debemos obedecer?



Muchas veces nos encontramos diciéndole a Dios en oración ‘me cuesta tanto hacer esto… hacer lo otro’; ‘ quiero pero no puedo…’  pero si realmente amáramos a Dios, ¿por qué habría de costarnos obedecerle? Si en el fondo sabemos que todo nos ayuda a bien, y que Su voluntad es buena, agradable y perfecta… obedecer debiese ser algo intrínseco en nosotros. ¿Nos cuesta? Claro, nos cuesta cuando no queremos obedecer y estamos cómodos así tal cual o tenemos miedo a lo que se viene. No somos capaces de mirar más allá y preferimos quedarnos en la posición actual con tal de evitarnos correr algún riesgo.

Heb 5:7  Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte;[e] y por su obediencia, Dios lo escuchó.

La palabra ‘obedecer’ tiene el mismo origen de oír, deriva de shamá cuyo significado principal es oír inteligentemente y sale más de 1130 veces en la Biblia. El obedecer es caminar en la voluntad del Padre, agradándole y haciendo lo que Él diseñó para nosotros.

1Sa 15:22 Pero Samuel respondió: —¿Qué es lo que más le agrada al SEÑOR: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros.

Si escuchamos la voz de Dios y decidimos obedecer, debe ser con la motivación correcta. La motivación a obedecer no puede ser el temor, si se obedece debe ser por amor. Dios no nos obliga a obedecerle –nunca nos ha obligado a hacer algo- es más, lo plantea como un requisito para ser llenos de Él y ser llamados sus hijos; como un precedente a sus bendiciones. Pero, si decidimos ser Hijos de Dios, estar por Él y para Él, simplemente el obedecer se transforma en nuestro esquema de vida.

Rom 8:14  Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios.

Cuando Dios nos pide que obedezcamos en algo, siempre es con un propósito mayor; ya sea probarnos en algo, librarnos de estructuras, llevarnos a un siguiente nivel y, que Su nombre sea exaltado en de nosotros.

Jua 3:21 Pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere.*
(*O puedan ver a Dios obrando en lo que él hace).

Es a través de la obediencia donde podemos acercarnos a Él y permitirle confiar sus tesoros en nosotros. La obediencia es el camino trazado por Dios que nos lleva hacia nuestro destino.

viernes, 17 de agosto de 2012

Alineados al Espíritu de Dios: 2. Hijos íntegros


En el tema anterior, vimos que es imposible caminar en lo que el Padre nos dice si no tenemos los ojos puestos en Él. Pues bien, si nos ponemos a prueba bajo el parámetro de la Palabra sabremos si estamos siendo guiados por el Espíritu de Dios, alineados a Él.


El estar alineados en el Espíritu requiere:

1. Obediencia: Caminar siguiendo la voz de Dios.
Heb 11:6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.

2. Amor. Su esencia.
1Co 13:8  El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos.
1Jn 3:18 Queridos hijos, que nuestro amor no quede sólo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones.

3. Adoración. Cruz 24/7.
 Jua 4:23 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado —cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera.

4. Verdad.
2Jn 1:4  Mucho me alegré al encontrar algunos de tus hijos andando en la verdad, tal como hemos recibido mandamiento del Padre.
1Jn 4:6 En cambio, nosotros pertenecemos a Dios, y los que conocen a Dios nos prestan atención. Como ellos no pertenecen a Dios, no nos prestan atención. Así es como sabemos si alguien tiene el Espíritu de verdad o el espíritu de engaño.
5. Santidad.
Efe 4:24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.
Heb 12:14 Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

6. Justicia, misericordia.
Miq 6:8  ¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el SEÑOR: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.

7. Humildad.
1Pe 5:5  Revestíos todos de humildad en servicio mutuo, porque «Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes».

8. Disposición. Si quieres ser usado por Él, ponte a su disposición.
1Co 10:31  Siempre que ustedes coman o beban, o hagan cualquier otra cosa, háganlo para honrar a Dios.

En realidad, si partimos obedeciendo todo lo demás debiese venir como consecuencia a ello, porque está todo en Su palabra, por ende, si nos decimos Hijos de Dios sabremos que todo nos lleva a estar más cerca de Él y aunque pasemos dificultades, son riesgos calculados para que logremos cumplir el propósito eterno por el que fuimos creados.

Stg 1:2 Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho
Stg 1:3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse.

domingo, 12 de agosto de 2012

Alineados al Espíritu de Dios: 1. Con los ojos en el blanco perfecto

'Alinear’ es un término utilizado frecuentemente, para evaluación. Por ejemplo, cuando se evalúa la postura del cuerpo humano, hay ciertos puntos en los que es necesario fijarse para saber si el cuerpo está alineado o no; tales como la posición de los hombros, espalda, pelvis y piernas, entre otros. Así mismo, cuando queremos saber si estamos alineados al Espíritu de Dios debemos ponernos a prueba, como en una evaluación, bajo ciertos parámetros regidos por la Palabra.

Según el diccionario de lengua española, alinear significa poner en línea recta; por lo que estar alineado es andar según lo que el Espíritu dice, en línea recta por el camino que Dios ha trazado para que sigamos.

Pro 4:26 Traza un sendero recto para tus pies; permanece en el camino seguro.
Pro 4:27 No te desvíes, evita que tus pies sigan el mal.


Científicamente, eso parece imposible. Muchos científicos han comprobado que el ser humano es incapaz de caminar en línea recta: El instituto Max Planck de Cibernética Biológica, explica que diversos estudios confirman que si andamos, nadamos, conducimos o navegamos con los ojos vendados, sin visibilidad o ningún tipo de referencia, antes o después terminaremos haciendo círculos, pues parece imposible para el ser humano poder moverse en línea recta sin referencia. Al decir ‘sin referencia’ se refiere a caminar con los ojos vendados o desorientado en el lugar donde se camina.

Quizás muchas veces en nuestras vidas como cristianos hemos caminado sintiendo que pasamos una y otra vez por las mismas pruebas, dificultades y no vemos una pronta salida… o vemos que pasa el tiempo y estamos estancados en una misma posición. Cuando sacamos nuestros ojos del blanco perfecto, nada de lo que hagamos puede llevarnos hacia donde Él está.

Lam 5:21  Tráenos de vuelta, oh Jehová, a ti mismo, y prontamente volveremos. Trae días nuevos para nosotros como en la antigüedad.

Es necesario que nos volvamos al original. Si hemos errado en el camino o desviado nuestros ojos lejos de Él, es tiempo de arrepentirnos y de volvernos a Él completamente. Un arrepentimiento genuino nos lleva a Su presencia, nos inunda de su misericordia, gracia y perdón. Mas allá de 'alivianar nuestra conciencia' el arrepentimiento trae consigo un cambio de actitud; una transformación. Y con ello no sólo nos vemos beneficiados nosotros, ¡sino que el Cuerpo completo! A veces pensamos egoístas de que nuestras decisiones nos afectan o conciernen sólo a nosotros... pero no, somos uno en Él y como cuerpo, lo que uno decida nos afectará a todos.

1Co 12:27  Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo.

En los momentos de intimidad con el Padre, es donde Él nos revela lo que no le agrada de nosotros y es ahí donde nuestra actitud debe cambiar. El límite de sumergirse en Su presencia es hasta vernos transformados a Su imagen.

miércoles, 11 de julio de 2012

Paternidad según el modelo del Padre



1Cr 28:6 Me dijo: “Tu hijo Salomón edificará mi templo y sus atrios, porque lo he elegido como mi hijo, y yo seré su padre.
1Cr 28:7 Y si él sigue obedeciendo mis mandatos y ordenanzas como lo hace ahora, haré que su reino perdure para siempre”.
1Cr 28:8 »Así que ahora, con Dios como nuestro testigo, y a la vista de todo Israel —la asamblea del SEÑOR— les doy este encargo. Asegúrense de obedecer todos los mandatos del SEÑOR su Dios, para que esta buena tierra siga en su posesión y la dejen para sus hijos en herencia permanente.
1Cr 28:9 »Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el SEÑOR ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.
1Cr 28:10 De modo que toma esto en serio; el SEÑOR te ha elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el trabajo».

Mucho se ha hablado de la paternidad en este tiempo, pero ¿realmente sabemos cómo ser padres? Y no hablo sólo de padres físicos, sino que de padres que guían, exhortan, discipulan, enseñan, corrigen, como un maestro a su discípulo. Aquí Dios le habla a David, acerca de lo que hará con su hijo Salomón.

David es el adorador por excelencia. Tenía un corazón conforme al de Dios (Hch 13:22 Pero Dios quitó a Saúl y lo reemplazó con David, un hombre de quien Dios dijo: “He encontrado en David, hijo de Isaí, a un hombre conforme a mi propio corazón; él hará todo lo que yo quiero que haga”).

David invertía tiempo de intimidad con Dios, y eso tiene su recompensa. Dios no es deudor de nadie, por lo tanto lo que David conquistó se hereda a las siguientes generaciones. El que David haya sido un adorador conforme al corazón de Dios le permite a Salomón, tener una plataforma donde comenzar su ministerio, su llamado. Este es un buen ejemplo de la frase ‘de los lomos hacia arriba’ ya que lo que el padre (David) construyó, le sirve al hijo (Salomón) como su punto de partida y ya no debe pelear con lo que su padre peleó, sino que puede ir por más porque ha sido posicionado en un nivel más alto que el que su padre logró.

Por esto es tan importante que nosotros, esta generación nos levantemos como verdaderos Padres, siendo un ejemplo para las generaciones que vienen, pudiendo entregarles no sólo experiencias vividas sino que herencia.

¿Y cómo aprendemos a ser padres?
Antes de aprender a ser padres, debemos ser hijos. Siguiendo con el ejemplo de David, Él era un Hijo de Dios y el invertir tiempo en Su presencia lo capacita como un padre, siguiendo el modelo del Padre de padres.
Es muy conocida la frase de ‘nadie enseña a ser papás’ pero hay una excepción: Dios si enseña.
Mat 5:48 Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.

En este verso, la palabra perfecto en el original significa COMPLETO en crecimiento, mentalmente y de carácter. Y a su vez, deriva de télos que se refiere al punto de límite, conclusión, resultado o propósito.
Nuestro propósito es ser perfectos como el Padre, completos. Siguiendo Su modelo de paternidad para plasmarlo en los hijos de Reino y así el día de mañana ellos mismos puedan ser padres al  haber aprendido de un modelo correcto.

¿Y cuál es el rol de los hijos?
Ahora, si bien es relevante que los padres conquisten, peleen y venzan para heredar la mejor plataforma a los hijos, éstos también tienen responsabilidad. Volviendo a los versos iniciales (1 Crónicas 28:6-10) Dios le entrega una responsabilidad a Salomón pero bajo ciertas condiciones:

1. Y si él sigue obedeciendo mis mandatos y ordenanzas como lo hace ahora, haré que su reino perdure para siempre” (1Cr 28:7). Salomón ya estaba caminando en obediencia a Dios, pero Él recalca que es necesario que siga obedeciendo. No basta sólo con que nuestros padres (físicos y/o espirituales) nos otorguen la herencia de lo que han conquistado, sino que como hijos debemos permanecer fieles a lo que el Señor está demandando, caminar en obediencia a su voz y esa es nuestra mejor adoración.

1Sa 15:22 Pero Samuel respondió: —¿Qué es lo que más le agrada al SEÑOR: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros.

Y no sólo Salomón debía  mantenerse fiel a los mandatos de Dios sino que el pueblo entero (v.8) para que las siguientes generaciones pudieran habitar en el terreno conquistado.

2. »Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el SEÑOR ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre (1Cr 28:9). Al buscarlo, estrechamos la distancia entre la palabra que Dios ha soltado y el cumplimiento de ella. Dios le encomendó la misión de construir el templo, pero Salomón requería de invertir tiempo en su presencia.

3. De modo que toma esto en serio; el SEÑOR te ha elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el trabajo» (1Cr 28:10). Vuelve a recalcar el hecho de que es una gran responsabilidad pero, cuando Dios llama Él respalda. Salomón debía cumplir con su ‘parte’ porque Dios ya había determinado su propósito.

La paternidad es un diseño que nace del corazón del Señor. Él es el Padre de padres, el modelo y ejemplo a seguir. Pero para nosotros poder ejecutar ese diseño según Su corazón, debemos posicionarnos donde Él nos ha llamado, ser valientes, conquistar, ganar, conocerlo íntimamente, ser llenos de Él, adorar y aprender a ser hijos. Así, podremos ser padres según el modelo que Dios ha determinado.

Cada vez que hablemos de paternidad, recordemos que una buena base (como lo hizo David) sumado al caminar en obediencia al Padre te lleva a la perfección (ser completo): ser un ejemplo de vida como hijo primeramente y luego como padre para así llegar a nuestro propósito eterno: SER MÁS COMO ÉL.

sábado, 2 de junio de 2012

Evidencia con Tu Luz


Sal 26:2 Ponme a prueba, SEÑOR, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón.
Sal 139:23 Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. 
Sal 139:24 Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.

      Estamos en tiempos de cambios, de determinaciones. Como iglesia, como hijos de Dios y cuerpo de Cristo sabemos que Dios está apurado, le urge que avancemos y que pongamos nuestros ojos sólo en Él para que así pueda cumplir su propósito en nosotros. Cuando somos sensibles a Su Voz y le pedimos intensamente que nos examine, que nos revele lo que no le agrada de nosotros para día a día ser más como Él, ¿cómo nos hacemos cargo de lo que Dios nos muestra? ¿Qué actitud es la que tomamos ante lo que vemos de nosotros?

    La gran mayoría de las cosas que vamos descubriendo no son de nuestro agrado, pero nos hacen ver aún así cuán grande es Su misericordia por nosotros, Su amor siempre nos cubre.

    Al ser evidenciados con su luz quedamos expuestos y nos damos cuenta de cómo somos realmente y de cuántas cosas –quizás de las más íntimas- son las que han impedido que Su poder se manifieste a través de nosotros. Somos responsables de lo que Él nos ha encomendado.

    Y, ¿qué actitud tomamos? No basta sólo con pedir perdón, no basta sólo con decir ‘me arrepiento’… ¡¡es necesario cambiar!! Y un cambio debe traer consigo fruto.

Mat 3:8 Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios.

    Es fruto es la evidencia de que el cambio ha provenido del Señor y que en nosotros se está gestando su semilla para darla a luz en el nuevo tiempo. El fruto es la muestra del crecimiento, de la madurez y de un corazón dispuesto a ser transformado por el Padre. Necesitamos dejar que Él nos transforme.

Efe 4:21 Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él,
Efe 4:22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño.
Efe 4:23 Y, en cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes.
Efe 4:24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

¿Cómo? Con cruz.
Mat 16:24 Luego Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz y seguirme.

miércoles, 4 de abril de 2012

Peldaños de fe


A lo largo de la vida como cristianos, la palabra FE es sin duda una de las que más resuena en nosotros. Si sabemos realmente cuál es su significado y dirección, nos hacemos expertos en una herramienta que Dios nos ha entregado para gobernar.

FE se entiende por el escuchar, creer y obedecer a la voz de Dios en nosotros. Ahora, el cómo la utilicemos es lo que marca la diferencia entre seguir subiendo o detenerse. Como en una escalera, donde cada peldaño superior es más delgado que el anterior y donde a medida que vamos subiendo debemos despojarnos de más cosas, es la FE la que nos impulsa  a avanzar al caminar en obediencia a la voz del Padre.

Mar 11:22 Entonces Jesús dijo a los discípulos: —Tengan fe en Dios.

Simple. Directo. ‘Tengan fe en Dios’ nace como respuesta a la higuera seca que Jesús mismo había maldecido, guiando a sus discípulos a creer en lo que sus ojos naturales no veían, a creer en una realidad más allá de lo que nuestra naturalidad puede creer. Fe en Dios es escuchar lo que el cielo habla y según eso, actuar. Sólo eso es lo que nos lleva a nuestro destino de gloria: al propósito eterno que el Padre creó para nosotros, agradándole en cada paso.

Heb 11:6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.

Ahora, si surge la pregunta de ‘¿cómo sabemos cuál es la voz de Dios?’… pues si estamos en Él y le conocemos ¿por qué tendríamos que dudar de Su voz?

Jua 10:27  Mis seguidores me conocen, y yo también los conozco a ellos. Son como las ovejas, que reconocen la voz de su pastor, y él las conoce a ellas. Mis seguidores me obedecen,
Jua 10:28  y yo les doy vida eterna; nadie me los quitará.

No hay mayor seguridad y satisfacción, que caminar sabiendo que está todo bajo control.

Heb 11:33 Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones,
Heb 11:34 apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros.

Mi identidad en Él

Se han preguntado alguna vez ¿cómo me verá Dios? ¿qué dice Él que soy? ¡En su palabra obtenemos las respuestas!


Lo que dice Dios que soy:


1.      HIJO
Gál 3:26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Jesús el Mesías. (BTX3)
Gál 4:6  Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!» (NVI)
Rom 8:16  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
1Jn 3:1-2 ¡Mirad qué clase de° amor! El Padre nos ha concedido que seamos llamados hijos de Dios,° y lo somos;° por esto no nos conoce el mundo, porque tampoco lo conoció a Él.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado° lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como es. (BTX3)

2.     HEREDERO
Gál 4:7 Así que ya no eres siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero por medio de Dios.° (BTX3)
Efe 1:11-14 Por medio de él y tal como lo había establecido
el que ejecuta todo según su libre decisión,
nos había predestinado a ser herederos
de modo que nosotros, los que ya esperábamos en Cristo,
fuéramos la alabanza de su gloria.
Por él, también ustedes, al escuchar el mensaje de la verdad,
la Buena Noticia de la salvación,
creyeron en él y fueron marcados con el sello del Espíritu Santo prometido,
quien es garantía de nuestra herencia,
y prepara la redención del pueblo que Dios adoptó:
para alabanza de su gloria. (BNP)
Rom 8:17 Si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios, coherederos con Cristo; si compartimos su pasión, compartiremos su gloria. (BNP)

3.     SAL DE LA TIERRA
Mat 5:13 »Ustedes son la sal de la tierra. ¿Pero para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor. (NTV)

4.     LUZ
Mat 5:14  “Ustedes son la luz de este mundo.[s] Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. (DHH-D)
1Ts 5:5 porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. (BTX3)

5.     AMIGO
Sal 25:14 
El SEÑOR brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto. (NVI)
Stg 4:8a  Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. (TLA)

6.     BENDITO SI OBEDEZCO
Deu 28:1-14  »Si realmente escuchas al SEÑOR tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el SEÑOR tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.
Si obedeces al SEÑOR tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre:
Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo.
Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños.
Benditas serán tu canasta y tu mesa de amasar.
Bendito serás en el hogar, y bendito en el camino.[a]
El SEÑOR te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada.
El SEÑOR bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos. »El SEÑOR tu Dios te bendecirá en la tierra que te ha dado.
El SEÑOR te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos.
Todas las naciones de la tierra te respetarán al reconocerte como el pueblo del SEÑOR.
El SEÑOR te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría.
El SEÑOR abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie.
El SEÑOR te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del SEÑOR tu Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado.
Jamás te apartes de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses. (NVI)

7.      SU PRIMICIA
Stg 1:18  Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación. (NVI)

8.     SU PUEBLO
1Pe 2:9  Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. (NVI)
Sal 100:3 Reconoced que YHVH es ’El, Él nos hizo y suyos somos, Pueblo suyo y ovejas de su prado. (BTX3)
Hch 17:28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas° han dicho: Porque linaje suyo somos. (BTX3)

9.     SABIO
Sal 119:98  Tus mandamientos son míos para siempre;
me han hecho más sabio que mis enemigos. (DHH-D)

10.  SIERVO
Sal 119:125 Yo soy tu siervo, dame entendimiento, Y comprenderé tus testimonios. (BTX3)
Esd 5:11 Y nos respondieron diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios de los cielos y de la tierra, y reedificamos la Casa que fue construida hace muchos años, la cual edificó y terminó un gran rey de Israel. (BTX3)

11.   ELEGIDA DE ÉL
Col 3:12-13 Por tanto, como elegidos de Dios, consagrados y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión, de amabilidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
sopórtense mutuamente; perdónense si alguien tiene queja de otro; el Señor los ha perdonado, hagan ustedes lo mismo. (BNP)
Deu 7:7  »El SEÑOR se encariñó contigo y te eligió, aunque no eras el pueblo más numeroso sino el más insignificante de todos. (NVI)

12.   VICTORIOSO, VENCEDOR
2Sa 22:49  Tú me libras de mis enemigos, me exaltas por encima de mis adversarios, me salvas de los hombres violentos. (NVI)
Rom 8:37  Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (NVI)

13.   SU HERENCIA
1Re 8:53 Porque tú los separaste para ti de entre todas las naciones del mundo a fin de que fueran tu herencia, como lo dijiste tú mismo, Señor, por medio de tu servidor Moisés, cuando sacaste de Egipto a nuestros padres. (BNP)

14.   LIBERTADOR
Isa 42:6-8 Yo, el Señor,
te he llamado para la justicia,
te he tomado de la mano,
te he formado
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la cárcel
a los que habitan en tinieblas:
Yo soy el Señor, éste es mi Nombre,
no cedo mi gloria a nadie
ni mi honor a los ídolos. (BNP)

      15.   SU ESPOSA
Isa 54:5  Porque el que te hizo te toma por esposa: su Nombre es Señor Todopoderoso. Tu redentor es el Santo de Israel, se llama Dios de toda la tierra. (PER)

16.   FRUCTÍFERA
Isa 54:2-3 Ensancha el espacio de tu tienda,
despliega sin miedo tus lonas,
alarga tus cuerdas,
clava bien tus estacas;
porque te extenderás
a derecha e izquierda,
tu descendencia heredará naciones
y poblará ciudades desiertas. (BNP)

     17.   PROFETA
Jer 1:5 –Antes de formarte en el vientre te elegí, antes de salir del seno materno te consagré y te nombré profeta de los paganos. (BNP)

18.  CIUDAD FORTIFICADA
Jer 1:18  Hoy te he puesto como ciudad fortificada, como columna de hierro y muro de bronce, contra todo el país, contra los reyes de Judá, contra sus autoridades y sus sacerdotes, y contra la gente del país. (NVI)

19.   SU MORADA
2Co 6:16 ¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos° santuario del Dios viviente,° como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.° (BTX3)
Heb 3:6 pero el Mesías, como Hijo sobre su Casa, la cual casa somos nosotros, si nos aferramos a la confianza y a gloriarnos en la esperanza. (BTX3)

20.  SU PORCIÓN
Deu 32:9 Porque la porción de YHVH es su pueblo, Jacob es el cordel° de su heredad. (BTX3)

21.   NIÑA DE SUS OJOS
Zac 2:8  El Señor todopoderoso me ha enviado con este mensaje contra las naciones que los saquearon a ustedes: “Cualquiera que toca a mi pueblo, toca a la niña de mis ojos. (DHH-D)

22.  VIGILANTE
Eze 33:7  A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. (RV1960)

23.  UNO EN Y CON ÉL
Gál 3:28 Ya no hay judío ni gentil,* esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. (NTV)
Jua 10:30 Yo y el Padre somos uno. (BTX3)
Rom 12:5 así los muchos somos un cuerpo en el Mesías,° y cada uno, miembros los unos de los otros. (BTX3)

24.  TESTIGOS
Hch 2:32 A este Jesús lo ha resucitado Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. (BTX3)
Hch 5:32 Y nosotros somos testigos° de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado° Dios a los que le obedecen. (BTX3)

25.  SALVO
Hch 15:11 Antes bien, creemos que por la gracia del Señor Jesús somos salvos, de igual modo que ellos. (BTX3)

26.  DE ÉL Y PARA ÉL
Rom 14:8  pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. (LBLA)
1Co 8:6  para nosotros, sin embargo, hay un solo Dios: el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un solo Señor: Jesucristo, por medio de quien son todas las cosas, y nosotros por medio de Él. (BTX2)

27.  SU COLABORADOR
1Co 3:9  Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios. (TNM)

28.  SU CUERPO
1Co 10:17 Puesto que el pan es uno solo, los muchos somos un solo cuerpo; porque todos participamos del único pan. (BTX3)
Efe 1:22-23  Y todo lo sometió bajo Sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
la cual es Su cuerpo, la plenitud de Aquél que lo llena todo en todo. (NBLH)

29.  AROMA DE CRISTO
2Co 2:15  Porque para Dios nosotros somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden. (NVI)

30.  EMBAJADOR DE CRISTO
2Co 5:20  Así que, somos embajadores en nombre de Cristo; y como si Dios rogara por medio de nosotros: ¡suplicamos en nombre de Cristo, reconciliaos con Dios! (NVP)